sábado, 16 de mayo de 2015

Jabón de aceite de neem




Este jabón, como en las demás ocasiones que lo he hecho tiene los mismo ingredientes ,y las propiedades que tiene son a parte de hidratante para la piel , unas cuantas ya expuestas en las anteriores entradas de dicho jabón, pero hoy me centraré en la principal propiedad, aliviar los síntomas de la psoriasis, que en sinergia con los distintos aceites esenciales que contiene, lo hace perfecto para dicha afección.

Se debe tener en cuenta que el aceite de neem no cura la psoriasis. Nada cura la psoriasis. El desorden de la piel es una condición genética, y nosotros no podemos modificar nuestros genes (todavía).

    Sin embargo, el neem puede ser un remedio excelente para las personas que sufren psoriasis y puede ayudar a controlar los síntomas. El neem trata dichos síntomas tan exitosamente que algunas personas llegar a decir que se han curado. En realidad, ellos todavía portan potencialmente la enfermedad y podrán sufrir más recaídas, pero gracias al neem podrán llevar una vida casi libre de los síntomas de la psoriasis.

    Hay una advertencia que se debe tener presente. En algunas personas, el neem ha producido resultados casi milagrosos, pero en otras no ha hecho mucho. La verdad es que hay mucho todavía por conocer acerca de la psoriasis, y también hay mucho por saber acerca del neem y cómo actúa contra la psoriasis. Como resultado, nadie puede explicar todos los detalles sobre la interacción del aceite de neem y la psoriasis.





¿Que es la Psoriasis?

  Psoriasis es un desorden inflamatorio de la piel.

    Los síntomas de la psoriasis incluyen color rojo, sequedad, comezón, y las escamas gruesas, secas y plateadas que aparecen como placas discontinuos sobre la piel. Las placas pueden estar en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en el tronco, las rodillas y los codos, los pliegues de la piel, así como también en el cuero cabelludo y las uñas.

    Las placas (y otros síntomas) son el resultado de que la piel crece demasiado rápido en esas áreas. Las células de la piel se renuevan tan a menudo que las células viejas se acumulan en gruesas escamas.

    Los síntomas de la psoriasis pueden aparecer a cualquier edad, de repente o gradualmente, y se caracterizan por remisiones y recaídas frecuentes (vienen y van permanentemente).

    El origen de la psoriasis es genético, pero portar los genes de la enfermedad no significa necesariamente sufrir los síntomas. También se necesita un agente desencadenante.







    Varios factores pueden provocar o empeorar los síntomas de la psoriasis: infecciones de la piel (como furúnculos), infecciones sistémicas (como infecciones respiratorias, gripe), estrés (éste es el factor más importante), consumo de alcohol (curiosamente, provoca psoriasis sólo en hombres), medicación, etc.

    Cualquier irritación o lesión en la piel, como infecciones, cortes, quemaduras, sarpullidos, picaduras de insectos, etc., hacen que los síntomas empeoren. Cualquier cosa que debilite el sistema inmunitario hace que los síntomas empeoren. Y, en personas con desordenes autoinmunes (p.e. artritis reumatoide) o personas inmunosuprimidas (p.e. transplantados de órganos, enfermos de cáncer bajo quimio, sida) puede provocar una psoriasis muy severa.



    Los síntomas mejoran con cantidades elevadas de luz solar, aire y vitamina D. Los síntomas de la psoriasis a menudo desaparecen en verano, y regresan de nuevo en invierno.